Descripción
La canción suena como un sabio consejo envuelto en ritmo: si alguien ha decidido marcharse, ni el cariño ni las súplicas lo detendrán. Aquí no hay histerismos ni dramas, solo la tranquila aceptación de que a veces es mejor dejar ir que aferrarse al vacío. La música recuerda al cielo nocturno: las estrellas callan, pero es precisamente en ese silencio donde nace la fuerza para seguir adelante. Es amargo, pero hay esperanza, porque después de «volar» siempre llega un nuevo amanecer.
Letra y traducción
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