Armour

A veces todo empieza con una gota. Parece, bueno, ¿qué puede hacer ella? Y entonces, ¡bang!, y ya hay todo un mar, y estás en medio de él, sin remo, con una cara que dice “todo está bien”, y piedras en tu mochila que ya es hora de sacarlas.

Esta canción es como una conversación que debería haber ocurrido cinco años antes, pero que finalmente llegó. Ni moral, ni consejos, sino simplemente: “quítate la armadura, deja de cargar con todo esto”. Y no suena con reproche, sino con esa rara simpatía que no busca un abrazo, pero que por alguna razón calienta.

La pesadez no está sólo en el cuerpo. A veces se esconde en el silencio, en la garganta, en lo que no tuvo tiempo de decir porque “no hay tiempo para los sentimientos”. Pero nadie tiene por qué ser un tanque. Incluso si funcionó antes.

Una canción que puedes respirar. Y, tal vez por primera vez, no tener miedo de ser escuchado.