Somewhere Over Laredo

✈️Cuando la realidad es un vaso de plástico con hielo, un asiento estrecho junto a la ventanilla y veinte minutos hasta el aterrizaje, la cabeza se empeña en estar en otro lugar. Donde brilla el desierto, donde el río susurra bajo la luna, donde la hebilla plateada de los vaqueros brilla en la oscuridad un poco más que las estrellas. Sí, no ha salido bien. Sí, no debería haber empezado. Pero ¿quién va a detener todo esto, si incluso a treinta mil pies de altura el corazón sigue en la orilla del Río, junto a quien sabía abrazar como si no hubiera un mañana? Así que seguimos volando, hacia el oeste, hacia el cielo, lejos de nosotros mismos, pero un poco más cerca de esos recuerdos que huelen a polvo, a piel y a un gran error que todavía lamentamos un poco.